El Bar 2 de abril es la cantina por excelencia en Toluca y Metepec, y una de las más antiguas de México ¡Éste fin de semana cumplió 90 años!
Ubicado en el corazón del Pueblo Mágico de Metepec, es una parada obligada para cualquier turista, ya que mantiene ese ambiente de cantina antigua que tanto representa a México de hace unas décadas atrás.
Desde que entras puedes reconocer que sus pasillos, las sillas, las mesas y la barra, que han servido de escenario para presentaciones artísticas y culturales, han vivido un sin fin de cosas y tendrían mil historias que contar.
El Bar 2 de abril abrió sus puertas en 1932 y desde entonces sigue siendo visitado por uno que otro veterano que te puede contar historias vividas en el lugar.
Durante las primeras décadas, no se permitía la entrada a mujeres, usanza que se veía en todas las cantinas tradicionales contemporáneas.
En la entrada del bar podías ver caballos amarrados y las mujeres sólo podían mirar por arriba de las puertas de madera para ver si estaban sus maridos dentro. Sin embargo, podían mandar a sus hijos para preguntar por sus padres o mandar algún mensaje.
Con el pasar de los años, el bar se convirtió en un espacio familiar y a partir de la década de los noventa y principios del siglo XXI, fungió como foro cultural.
Aquí se presentaban algunos libros dentro del programa del Festival Internacional de Arte y Cultura y la Quimera de Metepec, convirtiéndolo en un espacio para las bellas artes.
¿Sabías que los murales que adornan el Bar 2 Abril fueron realizados por el Colectivo Siqueiros? Es un grupo de artistas plásticos de Metepec, quienes intervinieron las paredes a mediados de los años noventa.
La Garañona del Bar 2 de abril
La Garañona es la protagonista del Bar 2 de abril, y también cumplió 90 años. Éste brebaje es un licor que contiene 14 hierbas, y cuya receta es uno de los secretos mejor guardados del Pueblo Mágico.
Nadie puede resistirse a probar ésta tradicional bebida que ha inspirado a poetas, literatos, narradores, pintores, escultores y profesionistas de todo tipo.
Aquí no importa tu clase social, raza o religión, la Garañona es bien recibida por todos los que visitan éste antiguo lugar.
Cuando entres al bar, podrás leer en lo alto de la pared principal:
“Verde consuelo de los bienaventurados y pobres de bolsillo./ Bálsamo de los cargadores, los licenciados y los poetas./ Verde esperanza que verdemente alumbra con su verdosa flama las entrañas de friolentos y afligidos. Ardorosa seda verde en la honda lengua./ Aperitivo del gozoso, digestivo del doliente, afrodisiaco de los tímidos: ‘Herón, dame otra vedecilla, para ponerme garañón’./ La que es Garañona donde quiera es verde. ¡Y al que no le guste la verde que se enderece y pida su banderita!”.